Aspectos fiscales a tener en cuenta al invertir en bolsa
Invertir en bolsa es un proceso complicado que hay que controlar muy bien si se quieren obtener beneficios. La elección del bróker con el que se va a operar, los puntos de entrada a la hora de comprar acciones, el análisis fundamental de las empresas, saber bien gestionar el dinero que se quiere meter en el mercado de valores… Muchos son los aspectos que hay que tener en consideración a la hora de hacer operaciones bursátiles. Y uno de estos aspectos que suele olvidarse es el de los impuestos.
Lo primero que hay que dejar claro es que, sea cual sea el producto con el que se está operando, solo se pagan impuestos cuando se venden acciones. Estos impuestos se calcularán en función de los beneficios que se han obtenido en el proceso de compraventa de acciones o ETFs. Por eso, mientras no se haya producido la venta, aunque la cotización haya subido, no habrá que preocuparse de pagar ningún tipo de impuesto.
Para calcular el beneficio, se tendrán en cuenta las cifras manejadas entre un año y otro. Para cantidades menores a 6.000 € de ganancia, el impuesto será de un 19%. Para un beneficio de entre 6.000 y 50.000 €, la tasa de impuesto a tener en cuenta será 21%, mientras que para cifras mayores que 50.000€, el porcentaje ascenderá a 23%
Las acciones cuentan como alteración del patrimonio del contribuyente
En el artículo 33.1 de la Ley del IRPF, una de las causas para que se produzca una ganancia o pérdida patrimonial es la existencia de una alteración en la composición del patrimonio del contribuyente, lo cual afecta tanto a bienes inmuebles como a acciones.
En cualquier caso, a la hora de calcular cuántas han sido las ganancias, pueden surgir varios inconvenientes, como por ejemplo que solo se produzca la venta parcial de las acciones de un valor. En estos casos lo mejor es recurrir a expertos en el tema de abogacía que sepan cómo actuar y te aconsejen para una correcta tributación.