Cualquier empresa, independientemente del sector al que pertenezca, pasa por diferentes tipos de reestructuraciones a lo largo de su vida. Esto no implica que se encuentre en una situación de crisis, nada más lejos. Las reestructuraciones son necesarias cuando la empresa en cuestión sufre un cambio importante, ya sea debido a una expansión o a una situación de crisis. En cualquier caso, el objetivo de las reestructuraciones empresariales es siempre el mismo: aumentar la productividad y el nivel de regeneración de las empresas.
En este sentido, en Sánchez Guardiola abogados ofrecemos nuestro asesoramiento y nuestros años de experiencia para encontrar las soluciones jurídicas más adecuadas a la situación de cada empresa, así como a los objetivos que deseen alcanzar.
De esta manera, existen diferentes tipos de reestructuración que una empresa puede verse en situación de llevar a cabo y en las que nuestros abogados supondrán una ayuda inestimable.
En primer lugar, como consecuencia de los cambios en las necesidades de producción, la variación de los costes salariales, etc. la reestructuración más conocida es aquella que afecta a las condiciones laborales y a los recursos humanos. Un segundo tipo de reestructuración empresarial sería, por ejemplo, el que afecta a las fuentes proveedoras de recursos financieros o a la estructura de financiación en general. En tercer lugar tendríamos las localizaciones productivas debido a una previa deslocalización industrial. En cuarto lugar nos encontraríamos con una reestructuración con motivo de medidas de outsorcing de redes de distribución, procesos, etc. Y, en último lugar, existe también un tipo de reestructuración que afecta a los profesos de un negocio debido a la implementación de cualquier novedad importante: productos, canales de venta, nuevas tecnologías, clientes, etc.
Es fácil deducir que no todas estas reestructuración tienen por qué ser motivo de situaciones de crisis. Pero en cualquier caso, en Sánchez Guardiola abogados ofrecemos nuestros servicios a todos aquellos clientes que, por suerte o por desgracia, necesite llevar a cabo una. Cabe recordar que estos procesos siempre aumentarán la productividad y la regeneración de la empresa, siempre y cuando se realicen de la manera correcta.