Un accidente laboral es aquel que le ocurre a un trabajador a lo largo de su jornada laboral o durante el trayecto de casa al trabajo y viceversa. En este último caso, no obstante, el accidente se denomina in itinere. Las enfermedades profesionales, es decir, aquellas que se adquieren como consecuencia del puesto de trabajo se consideran, al igual que los accidentes de trabajo, también se consideran contingencias profesionales. En España y a efectos legales para que una enfermedad sea considerada profesional no solo ha de tener su origen en el trabajo, sino que además debe estar contemplada en la lista oficial que el Ministerio de Trabajo publica de manera periódica. Solo así se podrá tener derecho al cobro de una indemnización.
Así, por ejemplo, son enfermedades profesionales aquellas que afectan al sistema osteomuscular a causa de movimientos rápidos o repetitivos, vibraciones o posturas forzadas; cualquier tipo de cáncer producido por agentes como el amianto, la bencidina, las radiaciones ionizantes o el éter bisclorometílico, el nistagmo de los mineros, etc. Las enfermedades que afectan al aparato respiratorio como consecuencia de polvos de metales duros, de minerales esclerógenos o de algodón; la siderosis, el vitíligo profesional, etc.
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