Ya no habrá perdón para los crímenes de honor
Pakistán ya no volverá a encubrir los crímenes de honor perpetrados por los varones hacia las mujeres. Es una buena noticia para un país que aún vive entre el machismo de una religión basada en la superioridad masculina y que oprime a sus mujeres.
Hasta ahora, en Pakistán existía un vacío legal que permitía a los asesinos de mujeres quedar impunes en los llamados ‘crímenes de honor’, si la familia de la víctima les perdonaba. El parlamento del país ha aprobado ahora por unanimidad una ley que recae sobre estos delitos y otra sobre las violaciones.
La nueva ley establece una pena de prisión de 25 años para el condenado, que ya no podrá recurrir a la clemencia de la familia para esquivar la cárcel, una propuesta que hasta ahora permitía que miles de asesinos quedarán impunes. Los ‘crímenes de honor’ son aquellos que se cometen contra alguien que ha deshonrado a la familia o a los valores de una religión o comunidad. Habitualmente, las acusadas de estas ofensas son mujeres, siendo sus propios hermanos y padres los que las asesinan de la forma más cruel.
Estos familiares castigan desde las infidelidades hasta un carácter rebelde. Como estos crímenes suceden dentro de la familia, los asesinos quedaban libres de sus condenas si su propia familia les perdonaba. Incluso, el asesino podía exculparse a sí mismo si era el ‘’heredero’’ de su víctima.
Pero este derrame de impunidad ya se ha terminado. Ahora, el perdón familiar sólo evitará al asesino la pena de muerte. En la sesión parlamentaria, los políticos aprobaron también otra ley que acelera los juicios por violación y que obliga a realizar pruebas de ADN. Los veredictos tendrán que dictarse en un plazo máximo de tres meses y las violaciones a personas con trastornos físicos o mentales y niños estarán castigadas con la pena capital. Además, los policías que estén en las comisarías estarán obligados a informar a las víctimas sobre sus derechos legales, lo que ayudará a terminar con la resistencia que encuentran las mujeres cuando quieren denunciar.
Los ‘crímenes de honor’ son una lacra muy presente en los países del sur de Asia. La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán registró en 2015 más de 1.000 casos, aunque las cifras reales son muy superiores, ya que muchos de estos crímenes no se denuncian, sino que se guardan en secreto entre la propia familia.
El documental que cambió la historia de Pakistán
El documental A Girl in the river: the Price of forgiveness, contaba a través de varios testimonios cómo los crímenes de honor habían terminado con la vida de miles de mujeres. Algunas supervivientes mostraban sus rostros, unos rasgados por una bala que no le alcanzó en el cráneo, otras con la cara desfigurada por el ácido sulfúrico. El film ganó un Oscar y el primer ministro Nawaz Sharif dijo sentirse emocionado con el largometraje y prometió terminar con los crímenes de honor. Todo apunta a que fue la propia prensa la que presionó al Ministro a publicar esta reforma tras salir a la luz varios asesinatos de honor, como el de la bloguera Qandeel Baloch. Esta pakistaní conocida internacionalmente fue asesinada a manos de su hermano por, según él, subir fotografías y vídeos sensuales.